
Trayectoria
- Licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Título oficial de Psicólogo Especialista en Psicología Clínica convalidado.
- Terapeuta Gestalt formado en la A.E.T.G.
- Miembro Didacta, Supervisor y de Honor de dicha asociación.
- Discípulo de Claudio Naranjo.
- Fundador, Profesor Didacta y Director de la Escuela Madrileña de Terapia Gestalt.
- Miembro del Equipo C.I.P.A.R.H.
- Psicoterapeuta reconocido por la F.E.A.P.
Gestalt
Llamé a la puerta de CIPARH en 1983, necesitaba ayuda y pedí terapia a D. Francisco Peñarrubia. Yo tenía 26 años, problemas y alguna crisis atravesada en solitario. Pero ya sabía que existía la Terapia, algunos centros y personas como él, con capacidad y humanidad para acompañar las travesías del dolor y hacer de ellas una ocasión de crecimiento y conocimiento.
Terminaba por entonces mi licenciatura en Psicología, en la Universidad Complutense de Madrid, donde había conocido a Paco. En un seminario mostró viva la teoría de la Gestalt que yo había leído en Fritz Perls. En adelante, sería mi mejor guía. Me derivó a otro terapeuta y me reclutó para su grupo de formación. De él aprendí la Gestalt que hoy respeto.
En 1985 conocí a Claudio Naranjo y realicé con él dos de los trabajos que más influencia tuvieron en mi persona y mi quehacer profesional (pasará algún tiempo para que ésos dos aspectos se unifiquen); me refiero al Eneagrama y al F.H.N. Con el conocimiento del propio carácter y su mapa y la cirugía de las relaciones parentales en la infancia, se ensanchó el camino iniciado dos años atrás. Vendrían duros años de Trabajo Personal pero desde entonces cuento con su ayuda.
Vocación y compromiso profesional
1987 es un año de oro en mi memoria. Formo parte del equipo que organizó el II Congreso Internacional de Terapia Gestalt. En aquel febrero madrileño también fui elegido para la junta Directiva de la A.E.T.G. En junio me despido de mi trabajo en banca, después de 15 años (la mitad de aquella vida) y la vocación crece con el compromiso profesional. En verano participo en el primer SAT que Claudio dirige en España y aquel mes en Babia fue el puente definitivo que me llevó a la otra orilla. Afiancé mi compromiso de pareja, y fruto de este paso, un año más tarde nació nuestra hija y se completó la que hoy es mi familia.
Descubrir otros territorios
Así queda abierto el siguiente período de 15 años. En ese tiempo salí de casa para descubrir otros territorios. Durante siete años participé en un grupo de Bioenergética y Creatividad, dirigido por Antonio Asín. Completé la expedición al cuerpo a través del Katsugen y pequeñas incursiones en el Taoísmo. En la senda espiritual estuve guiado por Claudio, primero en sus retiros y trabajos, luego enviado a otros como los retiros de Meditación Vipassana. He procurado mantener al día mi práctica gestáltica y beber de las fuentes originales con aquellos que trabajaron con Fritz. Los 40 me sumergieron en la correspondiente crisis. Durante una década buceé en un Proceso de Psicoanálisis, esta vez acompañado de una excelente terapeuta.
Esculpir al Terapeuta que soy
Tan importante o más es la tarea realizada dentro. CIPARH es un lugar de trabajo. Ha sido el trabajo, el lugar, pacientes, alumnos y el tiempo los que han esculpido al Terapeuta que soy. El trabajo de equipo ha sido una gran escuela y le tengo especial cariño al Trabajo de Relaciones Parentales desarrollado en estos años. En 1991 participé en la fundación de la Escuela Madrileña de Terapia Gestalt y desde entonces la Formación y la Terapia son el núcleo de mi actividad junto con la Supervisión de terapeutas. En 1994 asumí un compromiso más con el traslado de CIPARH a su actual domicilio en Corredera Baja de San Pablo, 53.
Trabajo puntualmente con otras escuelas en Murcia, Andalucía, el País Vasco y Cataluña. En este tiempo, he participado en las actividades de la Asociación Española de Terapia Gestalt, en la que me formé y a la que también siento un espacio nutritivo en el que conviven el colega y el amigo.
Agradecimientos
Retomo este escrito ahora para la vitae del siglo XXI, en formato de página web. Hoy, que el Colegio de Psicólogos de Madrid me envía por correo una “Mención Honorífica” y me recuerda mis 25 años de colegiación en el de su 25 aniversario. Un buen momento para reconocer mi trayectoria y agradecer todo lo recibido, que es mucho.
Gracias a mis compañeros de CIPARH, de la EMTG, del TRP, de la AETG… llego a estas edades con suficiente dosis de libertad, un satisfactorio auto-apoyo y el corazón en su sitio y en las pertenencias que he elegido y agradezco.
Gracias a mis pacientes. A muchos ayudé, todos me enseñaron, especialmente aquellos que me mostraron mis límites y los de nuestra relación. Perdón a todos aquellos a quienes no me permití reconocer mis dificultades, facilitando así que se las atribuyeran.
Gracias a mis alumnos. Enseñándoles he aprendido a enseñar y a aprender, sois un espejo de crecimiento y en muchos casos nos hemos convertido en colegas y en testigos de vida.
Sentimientos agolpados que trae la edad
Actualizo mi actuación en este 2010, más impresionado por el vertiginoso paso de esta década que por mis ya 53. Hablé entonces de tres períodos de 15 años (0-15, 15-30, 30-45), estoy en el ecuador del cuarto, sobre el que espero llegar a los 60. Ya se me hace presente que me queda un período y medio de razonable ejercicio profesional, desde luego, Dios Mediante. Son sentimientos agolpados que trae la edad y mi capacidad de planificación, sólo que ésta ha dejado de ser un seguro de vida y ahora es también conciencia de muerte, que sabe y me recuerda que “todo aquello que me ha sido dado me puede ser arrebatado y sin previo aviso”, como cierta vez se lo oí decir a Claudio Naranjo.
Escritura y madera y la propia vida
Desde hace un tiempo mi terapia es la escritura, trabajar con la madera y la propia vida. Igualmente sigo necesitando de trabajo personal y supervisión de tanto en tanto, ya que el factor humano que no despierto en mí lo hacen mis semejantes.
Cuido mi cuerpo y su conciencia practicando QiGong. Sigo practicando Meditación y el grupo que animo ha cumplido ya 15 años de silencio.
El descubrimiento cotidiano de la Gestalt me fascina y me estimula. Releer a Fritz Perls es una de mis actividades preferidas, descubro una y otra vez a la persona realizada, el contento de ser quien es, y sus enseñanzas y todo aquello que en su día no supe leer, me declaro su discípulo “a la Fritz”, siendo quien soy. Tras atravesar varias crisis de fe, en la psicoterapia y en mí mismo (por suerte han corrido en paralelo), he alcanzado una meseta muy satisfactoria en mi quehacer en Terapia Individual y me permito defender este encuadre aún contraviniendo, con respeto, el dictamen de obsoleta, que le hizo el maestro.
Cuando trabajo (como terapeuta, profesor y supervisor) apenas tengo la sensación de poder estar en otro sitio, haciendo otra cosa… estoy aquí y no siempre centrado pero casi siempre consciente y comprometido. Y conozco muy bien la desalentadora sensación de estar ausente, con la cabeza en otro lado, con el corazón amodorrado, sintiendo que la vida está en otra parte.
En este último tiempo mi DNI se ha emparejado con mi ADN, y he asumido responsabilidades en armonía con el crecimiento. En lo personal me ha correspondido acompañar a mis Hijos a la Vida y a mis Padres a la Muerte, al unísono se manifiesta la independencia, en dos direcciones tan opuestas que me duele y ayuda. Todavía me resta un buen tramo de este camino. La vida y la terapia también han formado pareja de baile en mi interior y en mi casa, comparto oficio y vocación con mi Señora y mi Hija Laura.
Dirección del Equipo CIPARH
En lo profesional sólo siento la deuda de hacer público alguno de mis escritos, me siento en paz con mis responsabilidades y muy contento de poder compartirlas. La única novedad en este tiempo ha sido tomar el relevo y asumir la Dirección del Equipo CIPARH en Corredera, y a ello quiero dedicar unas líneas.
Sé que no es fácil hacer un Equipo y mucho menos mantenerlo como espacio de Trabajo y lugar de crecimiento, sé que todos apreciamos más algunas cosas cuando nos faltan (la salud, la libertad, el trabajo…) y no quiero dejar pasar la ocasión de apreciar y valorar la espléndida salud del Equipo. Para mí es la demostración de que esta filosofía gestáltica que compartimos es posible en la vida cotidiana. Implica Trabajo, un esfuerzo constante por ser coherentes y honestos, una buena actitud de limpieza entre nosotros, una convivencia puesta al día, respeto, independencia y autonomía personal y profesional, merece la pena y la alegría.
Una decisión a modo de apuesta fue hacerme cargo de la Obra del Edificio donde trabajamos, un “sí quiero” sacar este Centro de Trabajo adelante. Han sido cuatro años, mucho trabajo, muchas horas, las peores las robadas al sueño, pero he aprendido mucho, la he hecho mi casa de un modo que no concede la propiedad que otorga el dinero. De ella he reciclado en esculturas sus maltrechos pilares, que me han concedido un tiempo de Trabajo solitario entre amigos, en la naturaleza. Esos pilares en los que he descubierto los propios.
He descubierto una nutrición que no reconocía como necesidad y ahora sí, necesito de Naturaleza, Belleza, Fraternidad… Me acerco poco a beber de otras fuentes reconocidas como el Descanso. Tengo mucho por aprender, carencias que satisfacer, hay tanto por leer, por hacer, sentir, por vivir…
2020
Con 63 años y gracias a Dios, puedo seguir contando la década pasada y actualizándome para los últimos años de ejercicio profesional en este texto que se va convirtiendo en una vida curriculada.
Ha sido una década de orfandad, acompañado y solo.
He realizado un proyecto personal para la RTG, revista de la Asociación Española de Terapia Gestalt, a la que es un honor pertenecer. Un sueño hecho realidad, un homenaje a los Padres, Madres y Hermanos, plasmado en 2014 con el nº 34 dedicado a La Madre, en 2016 el nº 36 dedicado a El Padre y el nº 38, “El huerto de la fraternidad”, con título Los Hermanos en 2018.
En 2016 celebramos el aniversario de la Escuela Madrileña de Terapia Gestalt,
25 Años 25, con un feliz reencuentro celebrado con personas muy queridas. La Dirección de la Escuela, siendo un honor y una tarea, no me supone un sacrificio dado que como dice Claudio Naranjo, que En Paz Descansa, “…no puede decirse que sea exactamente sacrificio el don que se hace de las propias energías con tanto entusiasmo…”
Hemos construido nuestra casa, La Casa de los Abuelos, y celebrado la vida con tres nietos, en 2019, mi año sabático, la he habitado. Y me espera una década de muy señor mío, señor de procesos lentos, con conciencia de que en el mejor de los casos, me queda poco tiempo para todo lo que me gustaría hacer. Y desde esa polaridad con ganas de vivir el tiempo que me sea concedido.
Contento con la decisión y la vivencia del año sabático, y agradecido a mis compañeros tanto de Ciparh como de la Escuela, por el apoyo que lo ha hecho posible. Una bendición pertenecer a este equipo de personas.
Mi terapia es la vida, el Trabajo, la escritura y la madera, la naturaleza y la lectura, la soledad y el encuentro. Sigo practicando la meditación y cuidándome lo que puedo, que cada vez son más las goteras que trae la edad y dando gracias, suficientemente bien.
Estoy en 2020, un año marcado por la pandemia del Covid 19 y por pérdidas importantes, ha fallecido Pedro de Casso y Ada López, que en Paz Descansan. Es pronto para describir el bosque mientras transito entre sus árboles de duelo, pronto para definir este océano de incertidumbre mientras navego entre sus tormentas.
Ya me pica la curiosidad por saber que diré en el próximo escrito. Ninguna prisa. Me parece prudente citar la actualización para dentro de cinco años, sin olvidar que en 2023 C.I.P.A.R.H. cumplirá 50 años.