Fomentar y potenciar los aspectos psicológicos, emocionales y de desarrollo personal y profesional
Evidentemente la pareja no es la única relación susceptible de conflicto. Llamamos “terapias relacionales” aquellas donde abordamos el conflicto que surge en cualquier relación humana. Así por ejemplo: Conflictos entre hermanos, entre padres e hijos, padres separados (abocados a tener una relación de por vida para tomar decisiones sobre sus hijos), empresarios o socios con problemas que les dificultan la toma de decisiones de su empresa, etc.