Para expresarnos tal y como lo hacemos en el mundo real
Entendemos el grupo terapéutico como un laboratorio donde poder explorar las dificultades relacionales. Es un espacio que permite que dichas dificultades puedan ser expresadas y trabajadas gracias al consenso de los miembros que componen el grupo. Los problemas relacionarles que habitualmente tenemos en nuestra vida se reproducen inevitablemente en las relaciones que establecemos con los otros miembros del grupo.
La invitación a expresar los sentimientos que surgen de las propuestas terapéuticas y de la dinámica grupal hace que todos los miembros del grupo se conviertan en espejo de los demás facilitando el darse cuenta y la toma de conciencia. Las coincidencias y divergencias de lo que cada uno piensa, siente y actúa con respecto a los otros favorece esta ampliación de conciencia. “Nada de lo humano, nos es ajeno”.
El grupo terapéutico es un lugar de confianza donde podemos experimentar, tomar riesgos. Es un marco seguro donde indagar lo temido, lo prohibido, lo deseado, mostrar aquello de nosotros que nunca nos atrevemos a mostrar. Un espacio donde descubrir quienes somos en el ámbito donde los humanos nos hacemos humanos: ante la mirada compasiva de los otros.
La terapia de grupo suele ser sugerida por el terapeuta a algunos pacientes después de un tiempo de terapia individual.